BUENOS AIRES.- Empresarios y sindicalistas reiteraron el cruce de opiniones acerca de cuáles deberían ser los aumentos salariales a acordar en las paritarias, sin precisiones acerca del verdadero nivel de inflación por la falta de credibilidad de las estadísticas oficiales.

Así, ante los reclamos de diferentes sindicatos por aumentos que oscilan un 30% para todo el año, el líder de la poderosa Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, señaló que la preocupación central de los empresarios es que hay una escalada de pedidos salariales que tienen que ver muy poco con la realidad, lo que a su juicio implica generar inflación pura. Según el dirigente empresario, esa escalada tiene que ver con cifras que superan lo que es la estimación inflacionaria probable y que proyectan hacia arriba, empujan y espiralizan las expectativas. La estimación inflacionaria probable a la que hizo mención Funes de Rioja varía de acuerdo con las entidades consultadas, entre un 25% y un 30%. De esos porcentajes se valen, precisamente, diferentes sindicatos para reclamar los aumentos salariales, descartando los índices del Indec, que desde hace cuatro años se ubican entre dos y tres veces por debajo de las mediciones privadas.

Al respecto, el secretario gremial de la CGT, Omar Viviani, proyectó pedidos de subas de entre un 26% y un 28% en la mayoría de los gremios, y el líder de la central, Hugo Moyano, volvió a recurrir a la inflación de las góndolas y supeditó los porcentajes a la situación salarial de cada gremio.

En relación con la inflación y la suba de los salarios, Funes de Rioja explicó que a su entender los industriales no están atrasados. "Si este año, porque hay elecciones, se quieren llevar puesta la realidad económica para dar incrementos que no tengan un correlato con la realidad, el efecto va a ser concreto. Esta no es una carrera a ver quién se lleva nominalmente más", advirtió. Al respecto, Funes de Rioja insistió en que la preocupación central no es la negociación, sino que hay una escalada de pedidos que tienen que ver poco con la realidad. "Ya no están pidiendo porcentajes, están pidiendo mínimos remuneratorios, que ni siquiera los quiero decir porque si no son la base de lo que van a pedir los siguientes", dijo el dirigente empresarial.

Reiteró que un alza que no tiene un correlato de productividad, evidentemente se basa en un aumento artificial. (DyN)